Camping cerca de Saint-Paul-de-Vence 
A sólo 5 km del camping Les Pinèdes, descubre este pueblo fortificado paseando por sus estrechas calles medievales. Desde lo alto de las murallas podrás admirar el Mediterráneo y los Alpes, que ilustran la diversidad de nuestra hermosa región dividida entre mar y montaña.
Saint-Paul-de-Vence, un pintoresco pueblo medieval
Saint-Paul-de-Vence
Rodeado de murallas y enclavado en un espolón rocoso, el pueblo de Saint-Paul-de-Vence está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Entra por la Porte de Vence, también conocida como la Tour Machicouli, un antiguo vestigio de las murallas medievales del pueblo. Te seducirán sus calles estrechas y su pavimento de guijarros, ¡el primero de los cuales fue robado de las playas de la costa por el alcalde de la época, Marius Issert, y algunos de sus electores!
Era en el corazón del pueblo, en la plaza de la Grande-Fontaine, donde el pueblo estaba más animado. Entre los siglos XVII y XIX, era aquí donde los habitantes de Saint-Paul acudían a recoger el agua y lavar la ropa en el lavadero.
Un nido de artistas a dos pasos del camping Les Pinèdes
Saint-Paul-de-Vence es mundialmente famosa por sus numerosas galerías de arte, museos y otros lugares culturales como la Fundación Maeght, la Chapelle Folon,…
La Fundación Maeght es una visita obligada en Saint-Paul-de-Vence. Con su impresionante colección de arte moderno, que incluye pintura, escultura, dibujos y obra gráfica, ha organizado más de 140 exposiciones de renombre internacional desde su inauguración en 1964.
Pasea por las estrechas calles del pueblo y descubrirás también multitud de estudios de artistas y galerías de arte.
Saint-Paul-de-Vence, lugar de paso de famosos
Saint-Paul-de-Vence ha encantado a muchos famosos, empezando por Aimé y Marguerite Maeght en los años 50, e incluyendo a Célestin Freinet, Jacques Prévert, Marc Chagall, Yves Montand y Simone Signoret. Muchos de ellos disfrutaron de la posada Colombe d’Or, especialmente popular entre Yves Montand. Los ancianos del pueblo aún recuerdan los legendarios partidos de petanca en la plaza del pueblo y las partidas de cartas que jugaban con él.